viernes, 27 de septiembre de 2013


Steve Jobs: 
El padre de la manzanita: – El mundo de Apple gira en torno a su imagen; sus innovaciones, sus triunfos e incluso sus períodos negativos, aunque ninguno de estos pueden empañar su perfil de compañía referente tecnológica. 
En el seno de la nueva familia Steve creció junto a su otra hermana, Patty. Su padre, Paul Jobs, era maquinista para la compañía estatal de transporte ferroviario y su madre ama de casa. 
En 1961 la familia se trasladó a Mountain View, una ciudad al sur de Palo Alto que empezaba a convertirse en un centro importante de la industria de la Electrónica. Allí asistió al colegio Cupertino Middle School y al instituto Homestead H.S., también en Cupertino.A Jobs le interesaban bastante la electrónica y los gadgets, razón que le llevó a unirse a un club llamado "Hewlett-Packard Explorer Club", donde ingenieros de Hewlett-Packard mostraban a los jóvenes sus nuevos productos. Fue allí donde Steve vio su primera computadora, a la edad de 12 años. Quedó tan impresionado que supo de inmediato que él quería trabajar con computadores. 
Ya en el instituto asiste a charlas de Hewlett-Packard. En una ocasión, Steve preguntó al por entonces presidente de la compañía, William Hewlett, sobre algunas partes que necesitaba para completar un proyecto de clase. William quedó tan impresionado que se las proporcionó y le ofreció realizar unas prácticas de verano en su compañía. Steve sería luego contratado como empleado veraniego, coincidiendo allí con Steve Wozniak por medio de un amigo mutuo, Bill Fernandez.1 
En 1972 entra en la universidad Reed College de Portland (Oregón). Asiste a ella tan sólo 6 meses antes de abandonarla debido al alto coste de sus estudios. En lugar de regresar a casa, continúa asistiendo a clases como oyente unos 18 meses más. Curiosamente sus estudios en caligrafía le serían de utilidad cuando diseñara la tipografía del primer Mac. 
Tras dos años fuera de casa, en otoño de 1974 regresa a California con el objetivo de realizar un retiro espiritual en la India y consigue un trabajo como técnico en Atari Inc., un fabricante de videojuegos. De la mano de Steve Wozniak comienza a asistir a las reuniones del Homebrew Computer Club, donde Wozniak le cuenta que está intentando construir un pequeño computador casero. Jobs se muestra especialmente fascinado con las posibilidades mercantiles de la idea de Wozniak y le convence para fabricar y vender uno. 
Después del viaje a la India, a donde fue acompañado por un antiguo compañero del instituto (y más tarde primer empleado de Apple) Daniel Kottke, regresó a su anterior puesto de trabajo en Atari, donde colaboró en la creación del juego Breakout. 
A los 57 años, recorrió un largo camino desde que creó su primera computadora personal en el garage de su casa con su compañero Stephen Wozniak en 1974: la Apple I, la que un par de años después comenzaron a comercializar por 666 dólares y en sólo un año obtuvieron 774 mil dólares en ventas. 
Pero no todo fue un amor duradero. 10 años después ambos dejaron la empresa, la que ya contaba con 4 mil empleados, y Steve Jobs se dedicó a un nuevo emprendimiento, la empresa de software NeXT Corporation. En 1995, le tocó el turno a la compañía de animación Pixart Animation Studios, elaboradora de Toy Story, en la que aún continúa al frente. 
Cuando diez años atrás, en 1997, Apple estaba en decadencia, su padre volvió para darle su toque de gracia de mano de las iMac y otra vez la manzanita se convirtió en sinónimo de innovación, y de éxito. 
Sus creaciones siempre fueron revoluciones: Apple I, Macintosh, iMac, iPod… y el recién presentado iPhone. Apple significa un mundo propio dentro de la tecnología, una forma de vida en donde todos se sienten integrados. Como lo dijo Jobs: “En Apple sólo hay personas con excelencia, y eso se nota. Apple no es sólo una empresa más, es una cultura, y los primeros que lo demuestran son nuestros empleados”.